
La aplicación Strava, que actúa al mismo tiempo como una red social para deportistas, permite hacer uso del GPS para registrar las actividades físicas que se realizan, al igual que ocurre con muchas otras apps del mercado. Estos datos pueden ser compartidos con cualquier persona, algo que no parecía tener demasiada relevancia hasta que se ha revelado la localización de bases militares de los Estados Unidos, algunas que hasta el momento eran secretas.
De acuerdo a lo publicado por el diario The Guardian, cualquier persona que tuviera la app Strava instalada y la ubicación activada, ha quedado registrada en un mapa interactivo en el que se muestran más de mil millones de puntos. Mediante estos datos que han sido facilitados por la propia compañía, se pueden observar los desplazamientos y rutas de cada usuario, independientemente de si estos son militares que se encuentran en zonas que estaban ocultas por los gobiernos.
Usuarios a nivel mundial
Los desarrolladores de la aplicación han confesado tener datos de aproximadamente 27 millones de personas alrededor de todo el mundo, de personas que tienen la aplicación instalada en su dispositivo móvil y de quienes utilizan pulseras deportivas como Fitbit y similares.
Esta revelación que se dio a conocer públicamente hace unos días, da pistas sobre localizaciones militares y de espionaje, lo que puede suponer un gran riesgo en materia de seguridad. Aunque con la información almacenada sobre cada usuario es anónima, los patrones de comportamiento desvelan cómo operan las tropas.
Nathan Ruser
El analista del United Conflict Analysts (IUCA), Nathan Ruser, ha recalcado que esto no solo afecta a las bases estadounidenses, sino que también se pueden apreciar en el mapa las rutas de los soldados rusos y las patrullas turcas en zonas de conflicto como Afganistan o Siria. De la misma forma aparece información sobre una zona desmilitarizada en las dos Coreas, una base militar británica que cuenta con armas nucleares e incluso lo que podría ser un posible enclave de la CIA cerca de Yibuti, un pequeño país ubicado en el Cuerno de África.
Ruser destaca que las bases son “claramente identificables” porque “brillan en blanco sobre el mapa negro”, algo muy apreciable en determinadas zonas del mapa que desvela Strava y que hasta ahora no se conocían al censurar Google Maps estos detalles.
Desde la propia compañía aseguran que el mapa de calor global que han dado a conocer solo muestra “una vista agregada y anónima de más de mil millones de actividades cargadas en la plataforma”, y que de la totalidad excluyen aquellas zonas que están “marcadas como zonas de privacidad”, si bien también han asegurado que se comprometen a ayudar a los usuarios para que aprendan a utilizar mejor la configuración de la aplicación y tengan así un mayor control de su privacidad.
Después de darse a conocer esta información, el ejército de Australia ha comenzado a plantearse el implantar nuevas medidas de seguridad para evitar las transmisiones de estos gadgets. La Armada de los Estados Unidos, por su parte, tiene políticas que prohíben los dispositivos con “wifi, cámara de fotos o de vídeo, micrófono o grabación de audio”, aunque no aquellos que tienen GPS (recepción), Bluetooth, acelerómetro, giroscopio, actividad cardiaca o altímetro, con los que se pueden crear los mapas que están presentes en Strava.
Esto puede hacer que los gobiernos y fuerzas armadas comiencen a adoptar nuevas medidas para garantizar su seguridad y privacidad.